lunes, 23 de junio de 2008

Desigualdad y pobreza: la urgencia de cambiar el modelo

Raúl Zibechi

La guerra global por los alimentos pone en videncia que los planes sociales son insuficientes para paliar la pobreza y que sólo la superación del actual modelo permite disminuir la desigualdad que acecha la región.

En sólo seis meses hay 10 millones de nuevos pobres en América Latina. Aunque en esta región el precio de los alimentos subió menos que en el resto del mundo (15% frente al 68%), la cantidad de pobres creció de 190 a 200 millones en sólo seis meses, según el sociólogo argentino Bernardo Kliksberg, asesor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)[1]. Pero esto es apenas el comienzo.

Según Amartya Sen, premio Nobel de Economía con quien Kliksberg acaba de publicar el libro “Primero la gente”, desde hace treinta años se viene previendo que puede haber hambruna en los países productores de alimentos. La crisis alimentaria en curso, hija directa del estallido de la burbuja especulativa inmobiliaria, corta en seco cualquier análisis que pretenda eludir la responsabilidad del modelo en la generación de pobreza. Sobre todo, cuando se sabe que la región produce alimentos suficientes para atender a una población tres veces superior a la que contiene.

Combatir la desigualdad

América Latina es la región con más desigualdad del mundo. Pese a que buena parte de los países de Sudamérica cuenta desde hace varios años con gobiernos progresistas y de izquierda, la desigualdad sigue creciendo, por lo menos en el Cono Sur.

Un reciente estudio del Intituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) de Brasil, revela que el 10% de la población concentra el 75,4% de la riqueza. Las políticas sociales del gobierno Lula, que se aplican desde 2003 para aliviar la pobreza, han mejorado levemente la desigualdad, pero tan poco que apenas se nota. Lo grave es que se trata de los mismos niveles de desigualdad que existían en el siglo XVIII. Marcio Pochman, miembro del PT y director del IPEA, afirmó que los datos demuestran “cómo a despecho de los cambios en el régimen político y en el padrón de desarrollo del país, la riqueza continúa pésimamente distribuida entre los brasileños”[2].

Según Pochman, en el siglo XVIII en Rio de Janeiro el 10% más rico detentaba el 68% de la riqueza, mientras hoy concentra el 63%. Sao Paulo marcha delante de otras ciudades con el 73,4% de concentración de riqueza por el 10% más rico. En opinión del director del IPEA, “ningún país del mundo consiguió acabar con las desigualdades sociales sin una reforma tributaria de verdad”. Explica que los impuestos indirectos como el IVA (valor agregado), predominantes en la región, castigan a los más pobres: el 10% más pobre en Brasil paga un 44,5% más que el 10% más rico, ya que la carga tributaria representa un 33% de la renta de los más pobres y sólo un 22% de la renta de los más ricos.

Gobernabilidad conservadora

Un estudio del economista Claudio Lozano, de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), difundido en febrero de 2008, revela que en los últimos cuatro años “de cada 100 nuevos pesos que se generaron, el 30% más rico se apropió de 62”. Por eso, estima, luego de cinco años de crecimiento económico (con un un PIB un 36% mayor que el de 2001), sigue habiendo un 30% de pobres.

Se trata de un modelo concentrador, al que denomina “gobernabilidad conservadora”, que está comenzando a bloquear la continuidad de la expansión y que impide aprovechar las buenas oportunidades como las que existieron en los últimos cinco años. Peor aún, porque el ciclo de crecimiento parece estar llegando a su fin, en medio de una espiral inflacionista especulativa. “La inflación actúa como mecanismo corrector y preservador de las ganancias extraordinarias del empresariado más concentrado”, asegura Lozano. A la vez, en el caso argentino es potenciada porque “los ricos consumen mucho e invierten poco y mal”[3].

El caso uruguayo, por completar un breve panorama de tres gobiernos surgidos como consecuencia de la oleada anti neoliberal, no es muy diferente. El de Tabaré Vázquez es el único gobierno que implementó una reforma tributaria importante, progresiva, que grava más a los que tienen mayores ingresos. Pero no grava al capital. Así, los datos avalan el crecimiento de la desigualdad aún en los tres años de gobierno progresista.

El índice Gini, con el que se mide la desigualdad, se viene deteriorando en Uruguay en los últimos 20 años, o sea desde la implantación del modelo neoliberal. Y lo hace de modo consistente, en períodos de crisis y de crecimiento, bajo gobiernos de derecha y de izquierda. En 1991 era 41,1 para pasar a 45 en 2002, en el pico de la crisis económico-financiera. En 2005, cuando asumió Tabaré Vázquez, bajó a 44,1 para situarse en 2007 en 45,7[4]. Incluso bajo el gobierno de izquierda, y en un país que presenta el menor índice de desigualdad del continente, el 20% más rico sigue concentrando cada vez más ingresos. En 2001 captaba el 46,4%, en 2002 llegó al 50,3% y en 2007, luego de la reforma tributaria, llegó al 51,1%.

Parece evidente, como señala el citado informe de las economistas Verónica Amarante y Andrea Vogorito, que “no se puede esperar que las políticas de transferencias de ingresos solucionen por, sí solas”, los problemas de pobreza e indigencia. Se refieren a los planes sociales vigentes en Uruguay, pero también en Brasil y Argentina, que aliviaron la pobreza hasta que la especulación con los alimentos comenzó a revertir los pequeños avances del último lustro.

* * *


Parece fuera de duda que lo que está en cuestión es la continuidad del modelo neoliberal en su fase de apropiación de los bienes comunes (minería, forestación, soja, caña para agrocombustibles). Hasta ahora, la exclusión y la pobreza que genera se venían suavizando con planes sociales, que en el caso de Brasil abarcan al 25% de la población. Pero la voracidad del capital impone un cambio de rumbo. Las reformas en los impuestos y los planes sociales seguirán siendo instrumentos necesarios. Pero la pobreza y la desigualdad, sólo bajarán de forma significativa cuando el actual modelo de acumulación por robo y especulación, sea archivado y se implemente otro asentado en el crecimiento endógeno.

- Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios grupos sociales.



[1] Cash, suplemento de Página 12, 15 de junio de 2008.

[2] Folha de Sao Paulo, 18/5/2008.

[3] Claudio Lozano, “Una visión sobre la coyuntura. ¿Cambio de gobierno o cambio de etapa?; Instdituto de Formación de la CTA, mayo de 2008.

[4] “Pobreza, desigualdad y transferencias de ingresos”, en Brecha, 13 de junio de 2008.



http://www.alainet.org/active/24806

lunes, 16 de junio de 2008

Energía vs. alimentos, sigue el biodebate sobre combustibles

• una moda • El etanol se ha puesto de moda en Brasil. En otros países lo promocionan famosos actores y artistas. La discusión sobre el tema recién inicia.
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No hay medias tintas en el tema de los biocombustibles. En todo el planeta suma detractores y defensores por igual y durante la semana que concluye las tres principales capitales de Bolivia se sumaron al debate, durante los foros patrocinados por la Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz (Cainco).

“Somos un país de energía, de energía fósil y de origen vegetal. Y el mundo debe mirarnos, por tanto, como proveedores de energía a través del gas y de los biocombustibles” declaró el Presidente en ejercicio de Cainco, Jorge Arias Lazcano, durante el foro realizado en Santa Cruz y al que acudieron unos 50 representantes de la sociedad civil.

En general hubo una posición favorable en la capital cruceña hacia los biocombustibles, destacó el presidente del IBCE, Ernesto Antelo y agregó que en La Paz sumó varios detractores, principalmente de organizaciones afines al Gobierno del presidente Evo Morales, quien en reiteradas ocasiones ha manifestado su oposición.

Antelo López, apuntó que Bolivia se está “quedando a la cola” de los países que –de una u otra forma- están apoyando la producción de biocombustibles, como el caso de Venezuela, que tiene programas de bioetanol y biodiesel en curso, además que Cuba hace poco salió en defensa del etanol brasilero para que tenga libre ingreso al mercado estadounidense.

Se destacó que la implementación de los biocombustibles, tendrá como un efecto la multiplicación de empleos en el país.

En el foro se destacó que es una falacia que los biocombustibles están compitiendo con los alimentos y son causantes de la carestía de productos básicos. En el caso de oleaginosas (soya principalmente), sólo el 1 por ciento de la producción del planta se destina a biocombustibles, 31 por ciento va al consumo humano y 68 por ciento para alimentación animal.

Bolivia tiene 15 millones de hectáreas para uso agrícola, pero actualmente se utilizan poco más de 2,7 millones de hectáreas, por lo que hay amplio margen para producir granos y utilizar parte en biocombustibles.

Hace poco, el Vaticano pidió que los países ricos "deberían reconsiderar la oportunidad de producir biocombustibles en el actual contexto de penuria de productos agrícolas". Se estima la producción de biodiesel aumentará desde 11.000 millones de litros anuales del año pasado a cerca de 24.000 millones de litros en 2017. Lula da Silva, presidente de Brasil, principal productor mundial de etanol a base de caña de azúcar, mantiene una ofensiva diplomática para defender su uso y aseguró que "la de los biocombustibles es una guerra" que su país ganará.

las cifras del biodebate

Primeros pasos • A mediados de los 80´ el Ingenio Guabirá inició un programa piloto mezclando alcohol con gasolina. Hoy exporta alcohol desnaturalizado y sin desnaturalizar por un valor de 22 millones de dólares

Alternativas • La caña de azúcar, soya, maíz, palma africana, macororó y cusi son algunas de las opciones para producir biocombustibles en el país.

Beneficios • Con sólo atender el 1% de los mercados importantes, las ventas de biocombustibles crecerían 3.000 millones de dólares y generarían 1.000.000 de empleos en el país.

Las ventajas • Actualmente gran parte de la energía del mundo proviene de hidrocarburos (petróleo y gas) que son grandes contaminantes. Los biocombustibles tienen menor impacto.

Fuente: NUEVO DÍA - Santa Cruz
http://elnuevodia.info/versiones/20080615_007487/nota_315_614842.htm

lunes, 9 de junio de 2008

BELGICA: Agrocombustibles agravan el hambre en el mundo. (Fuente: Swissinfo).

La explosión de los precios de los alimentos alcanza dimensiones dramáticas y, según el Banco Mundial, ha condenado ya a cien millones de personas más a la extrema pobreza.

Una de las causas de este aumento del hambre es la producción de agrocombustibles a partir de alimentos básicos en los países del Sur. Voces de Asia, África y Latinoamérica condenan en Berna esta práctica.

La conferencia "Los agrocombustibles agudizan el hambre" organizada por Swissaid (28.05), llamó la atención sobre la directa relación entre la producción de agrocarburantes, los exorbitantes precios de los comestibles y el daño ambiental. Mauricio García describió con ejemplos las consecuencias de la producción de agrocarburantes en una región del centro de Colombia: menos alimentos, más hambre, mayor daño ambiental y aumento de conflictos.

Los campos en los que antes se producían alimentos, y los bosques tropicales que albergaban una rica biodiversidad se han transformado en gigantes monocultivos destinados a los productos base de los agrocombustibles.

Sin tierras ni soberanía alimentaria

García, coordinador de la campaña 'Semillas de identidad' de Swissaid en Colombia, refirió que en su país se destinan 192,000 hectáreas de caña de azúcar y 301.000 hectáreas de palma de aceite a la fabricación de agrocombustibles. "En 2006, 800,000 hectáreas de tierra (18% del total nacional) se destinaron a la siembra de productos destinados a transformarse en agrocarburantes. Hasta el 2010 se ha planeado ampliar la superficie a 921,000 hectáreas ", indicó. Ello, a pesar de que en Colombia el conflicto por la propiedad de la tierra aún no se ha resuelto, casi el 70% de la población rural es pobre y más de 3 millones de habitantes del campo han sido desplazados violentamente, hecho que atribuyó a los políticos, los paramilitares y la guerrilla.

Henry Saragih, pequeño campesino indonesio, Caroline Morel (Swissaid) y Mauricio García, agrónomo colombiano. (swissinfo)Grandes costos sociales y económicos Indicó que un estudio de la organización campesina de Simití identificó 80 impactos ambientales, muchos de ellos irreversibles, en el cultivo masivo de la palma de aceite. "Se alteraron cursos de agua, se desecaron humedales, se contaminaron ríos y suelos con agroquímicos, se perdieron especies animales y vegetales".

También hubo costos sociales y económicos: pérdida de la propiedad comunal, de fuentes de trabajo de campesinos y pescadores, de soberanía y seguridad alimentaria. Por ejemplo, dijo, cada vez se cultiva menos arroz y yuca, los alimentos más importantes de la región.

"Hemos perdido además muchos sistemas de producción, conocimientos tradicionales, hay escasez de leña para cocinar los alimentos y de madera para construir las casas, ha aumentado la desnutrición de la población, sobre todo infantil, y la emigración a los cinturones de pobreza de las grandes ciudades", concluyó García.

Ecuador, palma en vez de bosques tropicales

La situación es similar en Ecuador, donde a comienzos del 2007 el Ministerio de Agricultura anunció que 100.000 hectáreas de tierras cultivables se destinarían a la producción de caña de azúcar y de palma de aceite, para fabricar agrocarburantes.

Entretanto, sólo en el noroeste del país, se han destruído los bosques tropicales que quedaban en la zona para dar paso a plantaciones de palma, lo que significa una amenaza seria para la población Awá y las comunidades afroecuatorianas de la región, según Swissaid.

Caroline Morel, directora de esta organización, apuntó que no se puede ignorar los informes sobre desalojos violentos de comunidades indígenas y condiciones de trabajo esclavistas en la producción de agrocarburantes.

Tampoco se puede soslayar que la explosión del precio de los alimentos está agravando la hambruna ya existente, prosiguió.

"A los 860 millones de personas hambrientas se han sumado 100 millones más. Estamos ante una nueva 'era del hambre' y uno se plantea si en las escasas tierras de cultivo se va a producir maíz o cereales destinados sólo a llenar los tanques de los autos. Es una cuestión ética".

'Biocombustibles' no tienen nada de biológicos

Los agrocombustibles son presentados como opción ante las consecuencias del cambio climático y los altos precios del petróleo. Sin embargo, varios estudios han determinado que su producción implica destrucción de bosques tropicales y contaminación del agua y el suelo por el uso masivo de pesticidas", agregó Morel.

Detrás de la ilusión de carburantes que no causan impacto ambiental negativo está la industria automovilística, petrolera y agraria, criticó la representante de esta organización que este año lleva adelante la campaña 'El hambre no es una fatalidad'.

Y añadió: Los países industrializados, sobre todo los Estados Unidos y la Unión Europea , esperan menor dependencia del petróleo y una reducción de sus emisiones de CO2 en el transporte. Por ello, con medidas políticas como cuotas añadidas obligatorias, subvenciones y liberación de impuestos promueven una demanda creciente de agrocarburantes.

La responsabilidad de Suiza

Ante la estrecha relación entre aumento del hambre y producción de agrocombustibles, Swissaid reclama al gobierno suizo distanciarse de las subvenciones indirectas a la importación de agrocombustibles, y a corregir la ley de minerales, que libera de impuestos a este producto.

Esta organización también insta a Suiza a apoyar una moratoria internacional de la producción industrial de agrocarburantes, tal como ya lo exigió Jean Ziegler, ex relator especial por el derecho a la alimentación de la ONU.

Además, demanda a Suiza encontrar alternativas contra el calentamiento climático, desarrollar políticas energéticas que lleven a una real reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero y aplicar los principios de la soberanía alimentaria, en la política agraria suiza y en las políticas de comercio y de cooperación.

miércoles, 4 de junio de 2008

En FAO, Lula hace enfática defensa de etanol, critica subsidios


SAO PAULO (Reuters) - El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo el martes una enfática defensa del etanol producido por su país y criticó con dureza los subsidios a la agricultura de los países ricos, a los que culpó por el alza global de los precios de los alimentos.

Al hablar en una cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Roma, el mandatario rechazó afirmaciones de que la producción de etanol ha contribuido a la crisis alimentaria.

Lula, en un discurso reproducido por la Presidencia de Brasil, dijo que esa acusación "no resiste una discusión seria" y que se trata de una "cortina de humo lanzada por 'lobbies' (cabilderos) poderosos, que pretenden atribuir a la producción de etanol la responsabilidad por la reciente inflación del precio de los alimentos."

Brasil es el mayor productor y exportador mundial de etanol derivado de la caña de azúcar, que es usado en el país como combustible para vehículos automotores y mezclado en toda la gasolina.

Al defender el producto, Lula comparó al etanol derivado de caña con el colesterol y criticó el combustible hecho a partir de alimentos básicos como el maíz.

"Hay quien dice que el etanol es como el colesterol. Está el etanol bueno y el etanol malo. El etanol bueno ayuda a limpiar el planeta y es competitivo. El etanol malo depende de las grasas de los subsidios," dijo Lula.

En la reunión de la FAO, Lula dijo que no estaba a favor de la producción de etanol a partir de alimentos como el maíz, aunque se refirió en términos críticos a quienes atacan los biocombustibles.

"Veo con indignación que muchos de los dedos apuntados contra la energía limpia de los biocombustibles están sucios de petróleo y de carbón," indicó.

"Veo con desolación que muchos de los que responsabilizan al etanol -inclusive el etanol de caña de azúcar- por el alto precio de los alimentos son los mismos que hace décadas mantienen políticas proteccionistas," agregó.

En ese sentido, Lula llamó a una conclusión exitosa de la paralizada Ronda de Doha de negociaciones comerciales globales "cuanto antes," ya que dijo, "los subsidios crean dependencia, desmantelan estructuras productivas enteras, generan hambre y pobreza donde podría haber prosperidad."

(Reporte de Eduardo Simoes; Escrito por Guido Nejamkis, Editado por Patricia Vélez)

http://lta.reuters.com/article/businessNews/idLTAN0334658420080603?pageNumber=2&virtualBrandChannel=0&sp=true

lunes, 2 de junio de 2008

Aumentaría en 10 millones cantidad de pobres por alza del precio de alimentos

BBC Mundo.- El aumento del precio de los alimentos podría sumir en la pobreza a 10 millones de personas en Latinoamérica y el Caribe, según estimaciones del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA).

El organismo, reunido los días recientes con carácter de urgencia en Caracas, Venezuela, señaló en un informe que el alza del precio de los alimentos incrementará la pobreza en la región, pese a que la producción de alimentos supera en un 30 por ciento las necesidades alimentarias de la población.

Seguridad alimentaria

Los 26 países que integran el SELA se reunieron en la capital venezolana con representantes de otros organismos multilaterales para analizar el alcance de la crisis alimentaria mundial. Uno de los objetivos de la reunión era acercar posiciones de cara a la cumbre sobre seguridad alimentaria que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebrará en Roma la próxima semana. A la cita de Caracas asistieron, además de los representantes de los 26 países de la región, representantes de, entre otros, la FAO, del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Respuestas

Según señaló el SELA, la intención de la reunión del viernes era “realizar un análisis sobre los probables efectos y las posibles respuestas a nivel regional para enfrentar la actual crisis derivada del incremento de los precios internacionales de los alimentos y de las materias primas agrícolas”. La reunión de Caracas marca el principio de una semana de encuentros sobre el tema que culminarán en la cumbre de la FAO en Roma, mañana.

En conversación con la BBC, el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación, Olivier de Schutter, no se mostró optimista de cara a la reunión de Roma. Según De Schutter, los resultados concretos de la cumbre van a “decepcionar las expectativas” de muchos “ya que la declaración que está siendo redactada es muy superficial y no viene acompañada de un calendario específico, un plan de acción o de metas cuantitativas”.


Fuente: periódico www.eldiario.net